SORPRÉNDETE CON LO QUE LA LAVANDA HACE POR TI
Su nombre científico es Lavándula officinalis y es de la familia de las labiadas.
Hay 3 tipos de lavanda.
Similares en su aspecto y con las mismas propiedades terapéuticas.
La lavanda officinalis, el espliego y la lavanda stoechas.
La lavanda florece en verano y se aprovechan las sumidades floridas.
Básicamente está compuesta por geraniol, pineno, linalol, cineol y borneol, que le aporta su aroma, y por taninos, éter valeriánico y saponinas.
Esto último le da su poder detergente.
Los romanos le dieron su nombre y la usaban para su higiene.
La lavanda es diurética, antiséptica, digestiva, antiespasmódica, sudorífica, analgésica, vermífuga, estimulante y sedante, todo a la vez.
Es una planta muy versátil.
Calma los nervios del corazón, indicada para taquicardia e hipertensión.
Muy buena para el sistema digestivo, digestión pesada, náuseas, gases, cólicos intestinales e inapetencia.
Puedes usar lavanda en casos de asma, en forma de vaho, combate infecciones del sistema respiratorio.
Es antirreumática y antigotosa en forma de baños.
La lavanda es cicatrizante, insecticida, bacteriostática y antivenenosa.
De hecho, la palabra espliego deriva de áspid, serpiente mortal.
Siempre fue considerada efectiva contra picaduras de animales venenosos.
Los cazadores de los Alpes llevan consigo esta planta para posibles picaduras de víboras a sus perros.
En forma de compresa sobre el hígado ayuda a cumplir sus funciones.
En gárgaras cura las pequeñas lesiones bucales.
Desinfecta la boca, relaja los músculos de la lengua, puede llegar a curar al tartamudo.
Útil en caso de migraña, calambres estomacales y otros síntomas de origen nervioso.
Es emenagogo, es decir, favorece la aparición de la regla y una aliada del sistema genital femenino:
Sana la amenorrea y leucorrea, es la planta más favorable para realizar lavados vaginales, bien en casos de infecciones, como en limpieza íntima preventiva.
La lavanda es útil para proteger la ropa de la invasión de polillas en los armarios, alejar del ambiente moscas y mosquitos.
-Infusión: Una cucharada sopera por taza, puedes tomar hasta tres tazas por día.
-Infusión para uso externo: Dos cucharadas por taza de agua.
-Baño sedante: 50g por cada litro de agua, lo dejas macerar durante media hora y añades al agua del baño.
-Aceite: Disuelve 10ml de aceite esencial de lavanda en 100ml de aceite de oliva.
Fricciona sobre la zona dolorida.
Puedes macerar durante 40 días, 250g de flores de lavanda en un litro de aceite de oliva. Filtrar y guardar.
-Agua de lavanda: Diluye 30ml de aceite esencial de lavanda en 1 litro de alcohol de 90º.
Deja reposar 24 horas.
Pasar por un filtro de papel y guardar o macerar durante 15 días, 250g de sumidades floridas en 1 litro de alcohol. Filtrar y guardar.
El agua de lavanda se suele utilizar para fricción y baños como antirreumático, relajante y antiinflamatorio.
Saludos,
Alfredo
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Descargo de responsabilidad: Esta información solo tiene el propósito de educar. Este post, no tiene la intención de curar, tratar, diagnosticar o prevenir enfermedades o heridas, deberá, ante todo, consultar a su médico.