EL HUMILDE BOTIJO
Recuerdo de niño cuando mi padre me llevaba con él, al monte, era guarda forestal.
Era el responsable de realizar cortafuegos que atravesaban montañas para evitar posibles incendios.
Y para ello, dirigía a decenas de personas que venían a ganarse el jornal de los pueblos de alrededor.
Era un trabajo duro, eliminar las malas hierbas y arbustos para dejar una franja limpia, lo suficientemente ancha para, en caso de fuego, no pasase al otro lado.
Se sudaba mucho, y siempre había una persona para llevar el botijo a los trabajadores sedientos.
Una vez todos bebían, se guardaba en una buena sombra.
Y el agua siempre estaba fresca.
En la actualidad es más raro que la mayoría de personas utilicen el botijo para beber y conservar el agua.
A mi me parece uno de tantos errores que se cometen en nombre del consumismo absurdo.
Lo que es bueno hay que conservarlo, y el botijo lo es.
Mantiene el agua fresca y libre de plásticos.
¿Pensaste alguna vez lo que supone miles de millones de personas consumiendo todos los días botellas y más botellas de plástico, solo con el agua?
Seguro que hay otras soluciones.
O ¿probaste alguna vez a colocar una gota de aceite esencial de limón https://bit.ly/353TbVn dentro del botijo?
¿O de menta http://bit.ly/2NgOGfP?
Un saludo,
Alfredo
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Descargo de responsabilidad: Esta información solo tiene el propósito de educar. Este post, no tiene la intención de curar, tratar, diagnosticar o prevenir enfermedades o heridas, deberá, ante todo, consultar a su médico.