Aromas que recuerdan lugares
El marketing olfativo es una disciplina que se ha desarrollado últimamente con gran fuerza.La mayor parte de la publicidad está enfocada en la parte visual, aproximadamente el 85 por ciento.
Ciertamente, el sentido del olfato es el menos usado cuando hablamos de publicidad.
Sin embargo, el olfato es el sentido más desarrollado del ser humano.
Recordamos el 35% de lo que olemos, el 1% de lo que tocamos, el 15% de lo que degustamos, y tan solo el 5% de lo que vemos.
El olfato tiene una conexión directa con el cerebro, a diferencia de los demás sentidos, que tienen que pasar por un proceso a través del sistema nervioso.
Es por eso que los aromas los conservamos en la memoria más tiempo.
Los odotipos de las marcas.
Las marcas, las empresas o las personas pueden identificarse a través de un aroma único, un odotipo ligado a emociones, experiencias de compra, etc
Nos brinda experiencias únicas como ningún otro sentido.
El olor a coche nuevo, por ejemplo, evoca eso mismo, una situación en la que estrenas vehículo, toda una experiencia agradable.
El marketing olfativo es una herramienta con la que podemos conseguir que nuestros clientes nos recuerden más.
Los aromas de limón son estimulantes y van bien para tareas y para concentrarse en el trabajo.
Los de lavanda irían bien para salas de espera de dentistas o recepción de reclamaciones, en ambos casos para relajar el ambiente.
El jazmín estaría indicado para centros de tercera edad, donde se requiere un ambiente más agradable y de relajación.
En fin, el marketing olfativo va estando cada vez más presente en toda Europa.